Fichas de Divisiones para 1º y 2º de ESO

Hemos diseñado estas fichas de ejercicios de Matemáticas para el alumnado de 1º y 2º de ESO, con el objetivo de reforzar la competencia matemática mediante la práctica guiada y progresiva de las operaciones de división, en consonancia con los principios de la LOMLOE y el Real Decreto 217/2022.

Este material ofrece un enfoque dinámico e integrador, ambientado en el universo K-Pop Demon Hunters, donde el alumnado asume el papel de aprendices que avanzan entre niveles de dificultad para dominar la destreza del cálculo y la comprensión de las relaciones numéricas.

¿Qué incluye este material?

El recurso está formado por fichas imprimibles para 1º y 2º de ESO, estructuradas en cuatro niveles de dificultad progresiva (Rookie, Idol, Saja Boy y Demon Hunter).

1º de ESO:

Nivel Rookie: divisiones con números naturales y decimales sencillos, centradas en el dominio del algoritmo y la estimación de resultados.
Nivel Idol: divisiones con números enteros positivos y negativos, trabajando la comprensión de los signos y el razonamiento multiplicativo.
Nivel Saja Boy: divisiones con fracciones y decimales combinados, orientadas a reforzar la equivalencia y la transformación entre formas numéricas.
Nivel Demon Hunter: divisiones que incluyen potencias y expresiones numéricas complejas, favoreciendo la aplicación de propiedades y estrategias de cálculo.

2º de ESO:

Nivel Rookie: divisiones con fracciones, decimales y números mixtos para afianzar la precisión y la aplicación de propiedades del cociente.
Nivel Idol: divisiones con enteros, decimales y potencias, reforzando el razonamiento lógico y la interpretación de resultados.
Nivel Saja Boy: divisiones algebraicas básicas con monomios y binomios, introduciendo la noción de cociente algebraico.
Nivel Demon Hunter: divisiones con notación científica, potencias y magnitudes, orientadas al desarrollo del pensamiento matemático avanzado.

Cómo utilizar este material

Estas fichas de ejercicios son adecuadas para el trabajo en el aula o el refuerzo individual.
Pueden emplearse como práctica progresiva, dentro de una secuencia gamificada o como parte de un plan de aprendizaje competencial. Se recomienda fomentar la autonomía, la auto-corrección y la reflexión sobre el proceso de resolución, potenciando la competencia matemática y en ciencia, tecnología e ingeniería (STEM).