Entre bosques de castaños y manzanos, con frecuencia vislumbrado entre niebla y txirimiri, el hogar de los Oñaz-Loyola imponía por la solidez de sus muros, pero aún más por la enérgica y emprendedora personalidad de sus habitantes. Beltrán Yáñez de Loyola, padre de Íñigo, “fue generoso caballero, gran soldado que militó esforzadamente en servicio de …